Remoje las manitas de cerdo traseras durante 12 horas en agua fría y retire los pelos con un soplete.
Precaliente el horno a 190 ° C.
Picar la zanahoria, la cebolla y el apio pelados en dados de 1 cm, luego cocinar en mantequilla en una cazuela hasta que se doren.
Agregue el vino blanco y redúzcalo a un glaseado, luego haga lo mismo con Madeira.
Coloque las manitas a la olla y agregue el tomillo, los tomates, el ajo y los caldos, luego cubra la cazuela con papel a prueba de grasa.
Cocine en el horno durante 2 horas hasta que los trotones estén dorados y suaves, luego deje que se enfríen antes de sacarlos de la olla.
A CONTINUACIÓN…
Filtre la culata a través de un tamiz fino y reserve para un uso posterior.
Retire la piel suave cocida del hueso, desechando cualquier pedazo de cartílago.
Mientras aún esté caliente, use un cuchillo grande para cortar las manitas en trozos pequeños para que todo comience a coagularse, luego colóquelo en un plato.
Cortar la baguette en rodajas de 18 x 1 cm, cepillar con aceite de oliva y hornear hasta que estén doradas.
Coloca una cucharada pequeña de la mezcla de manita en la parte superior de cada crouton, usando una cuchara para formar una cúpula ligera.
Sazone con sal y pimienta y agregue el polvo de cinco especias, el perejil, la salsa Worcestershire y unas cucharadas del caldo de cocina, mezclando todo. Cubra con film transparente. y deje a un lado hasta que esté listo para servir.
Reducir la temperatura del horno a 180 ° C.
La mezcla del manitas debe estar a temperatura ambiente y lo suficientemente suave para trabajar con ella.
Espolvoree los crutones con una buena cantidad de queso rallado, luego colóquelos en una bandeja en el horno durante 6-8 minutos. Transfiera a una parrilla caliente para colorear los picatostes (esto debería llevar menos de un minuto).
Hervir en un plato con hojas de rúcula que se han vestido con vinagre de sidra.