En Ávila, puedes combinar la visita a bodegas de vino y la degustación de tapas en muchos de sus establecimientos.
Prueba los vinos de alta calidad que ofrece la región y aprende sobre el proceso de producción del vino: desde la selección de uvas hasta la fermentación y el envejecimiento del mismo. Además, puedes acompañar el la degustación con algunas de las tapas típicas de la provincia en los restaurantes y bares locales. No te olvides de probar el chuletón de Ávila, el cochinillo asado o los judiones de la Granja.
Es una ruta pensada para los amantes del vino y la gastronomía, que permite descubrir la riqueza y diversidad de la cultura culinaria de la región de Ávila.