¿D.O.P.?¿I.G.P.? La importancia de las figuras de calidad

30 DE MAYO DE 2017 -

En un mundo cada vez más globalizado y donde se tiende a hablar, muchas veces sin criterio, de productos saludables, o de productos de calidad sin ningún dato que los respalde, cada día son más importantes las figuras que respaldan la calidad y/o certifican el origen de los productos que llevamos cada día a nuestra mesa.

Cada día es más frecuente escuchar las palabras saludable, artesano, producto de calidad, etc asociados a productos comerciales, muchas veces asociados a marcas comerciales, producidos de forma industrial y sin ningún dato real que respalde tales afirmaciones.

Los agricultores europeos necesitan de un respaldo real que certifique que la calidad de sus productos no es fruto de palabras pronunciadas con ligereza en favor de promociones comerciales o búsqueda de un mayor número de ventas sin tener en cuenta el significado real de las palabras que se pronuncian tan a la ligera.

La calidad es una de las herramientas más importantes con las que cuentan estos agricultores europeos para hacer frente a la competencia, cada vez mayor de los países emergentes y grandes marcas cuyo principal objetivo no es defender la calidad de sus productos.

Por otro lado, las últimas crisis agroalimentarias, unidas al mayor poder adquisitivo de la población, son responsables de que los consumidores concedan cada vez mayor importancia a la calidad de los alimentos, con una creciente demanda de productos agrícolas y alimenticios de un origen geográfico determinado.

Ligado a estas variables geográficas aparecen los alimentos de calidad diferenciada, entendiendo como tales: “productos que están protegidos por normativa comunitaria que garantiza el cumplimiento de unos requisitos superiores a los exigidos para el resto de productos”

Estos productos de calidad diferenciada fomentan la diversificación de la producción agrícola, para conseguir un mayor equilibrio en el mercado entre la oferta y la demanda.

Asimismo, estos productos poseen determinadas características geográficas que pueden resultar muy beneficiosas para el mundo rural al contribuir a la mejora de la renta de los agricultores y al asentamiento de la población rural en esas zonas.

Tanto una Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) como una Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) hacen referencia al nombre de una región, un lugar o incluso un país, que se utiliza para identificar un producto agrícola o un producto de alimentación originario de dicha región, lugar o país, pero con la salvedad de que:

  •  La calidad o características particulares del producto con certificación D.O.P. han de estar fundamentadas principalmente o completamente en el medio geográfico con sus factores naturales y humanos, y cuya producción, transformación y elaboración han de realizarse en la zona geográfica delimitada.
  • Una cierta cualidad, reputación u otra característica del producto con I.G.P. ha de atribuirse al origen geográfico, y su producción y/o transformación y/o elaboración deben realizarse en la zona geográfica delimitada.

Por tanto, mientras que la D.O.P. se utiliza para designar aquellos productos cuya producción, transformación y elaboración se llevan a cabo en una zona geográfica determinada, con unos conocimientos específicos reconocidos y comprobados, en la I.G.P. se exige que el vínculo con el medio geográfico siga presente, como mínimo, en una de las etapas de la producción, de la transformación o de la elaboración.

En Ávila, contamos dos I.G.P. que son un referente a nivel nacional, ya que la Indicación Geográfica Protegida Carne de Ávila, es la primera I.G.P. de carne fresca de España, obteniendo tal reconocimiento en 1988, mientras que la Indicación Geográfica Protegida de Judías de El Barco de Ávila, es la primera I.G.P. de un producto leguminoso de España, obteniendo ese reconocimiento en 1989.
Además hay que destacar que la I.G.P. Carne de Ávila se trata de una I.G.P. de carácter supraterritorial, es decir la producción se extiende por diferentes provincias y comunidades del territorio nacional.
Recientemente la provincia de Ávila ha conseguido su primera D.O.P., que amparará los Vinos de Cebreros y pasará a ser la decimotercera D.O.P. de productos vitivinícolas de Castilla y León.