El Cocinero Sergio Fernández recibe el título de Embajador de Gredos

16 DE JULIO DE 2013 -

El cocinero de Televisión Española Sergio Fernández recibió ayer el título de Embajador de Gredos 2013, de Montañas de sabor; una de las actividades de promoción, emprendidas dentro del Plan de Competitividad de Turismo Activo Sierra de Gredos-Valle de Iruelas.

El galardón le fue entregado al cocinero de Televisión española por el presidente de la Diputación, Agustín González, en el transcurso de una degustación culinaria integrada por dos tapas saladas y una dulce, que había elaborado el propio cocinero con productos de Gredos. El acto se celebró en el  Parador y contó con la presencia, además del presidente de la Diputación, de empresarios de la zona y de los alcaldes de Navarredonda de Gredos, José Manuel  Jiménez Gil; el de Hoyos del Espino, Jesús González Veneros y Hoyocasero, Javier González Sánchez. También estaba presente el gerente del Plan de Competitividad, Pedro Carrasco.

El cocinero de Televisión realizó por la mañana una ruta gastronómica por Gredos para degustar distintos productos de Ávila. Este periplo le llevó a distintos establecimientos gredenses: El Mirlo Blanco, de  Candelada; la Posada del Cubo, de San Esteban del Valle; la Parada del Arriero, Villarejo del Valle y la Vieja Usanza, en Hoyocasero.

El cocinero reconoció que Gredos «sabe a energía positiva. Esa es la misma energía positiva que desde el minuto uno vas palpando cuando llegas a esta tierra», a lo que añadió que «al cocinar con los aires de Gredos los platos llevan un toque especial». También hizo una declaración de intenciones cuando dijo que «tenemos la obligación de valorar nuestros productos artesanos y de transmitirlos a los demás». Anunció además que para la próxima temporada de su programa televisivo incluiría a los productos de la Sierra de Gredos, dentro del apartado que hará de productos gastronómicos locales de los distintas regiones de España.

Sergio Fernández también habló de su vinculación con la Sierra de Gredos. Nació, según dijo, en una serie de campamentos a los que acudió cada verano en Santiago de Aravalle. Este hecho reconoció que le marcó para el futuro. «No puedo olvidar los valores que me transmitieron en estos campamentos. Poder pasar los veranos aprendiendo y disfrutar de la sierra de Gredos no tiene precio». Incluso reconoció que una parte de su afición a la cocina también le puede venir de estos veranos. «En un campamento después de la enfermería, la cocina suele ser también un centro neurálgico. Allí solía acudir cuando solicitaban voluntarios para  envolver quinientas croquetas o pelar cien huevos cocidos». También reconoció que después de haber estudiado cocina regresó algunos veranos para echar una mano en la cocina en este mismo campamento.

El presidente de la Diputación reconoció que de alguna manera había «quedado ensimismado» al escuchar estas palabras del cocinero que ponían de manifiesto su relación con la Sierra de Gredos. «La Sierra de Gredos la ha pateado, en esos tiempos en los que, como decía el diestro en los sabores, de 7 a 11 años se saca el sabor o se queda en el archivo de cada uno de nosotros. Él tiene el sabor de Gredos desde esas fechas. Después, por lo que afirma, ha seguido viniendo, por lo tanto, es embajador de Gredos, porque conoce Gredos y es embajador de Gredos porque se lleva de aquí los mejores platos para de alguna manera ir cocinando». Por este motivo Agustín González considera que Sergio Fernández podrá convertirse también en escaparate de estos productos tradicionales de Ávila, «de ahí el nombramiento como embajador», apuntó el presidente.

PARADOR. En la presentación de las tapas que había elaborado con productos de Gredos contó con la colaboración de José Ángel Sierra, catador internacional, que fue desgranando todos y cada uno de los sabores, que se podían encontrar en los tres miniplatos que elaboró el cocinero de TVE.

Elaboró tres suculentas tapas. La primera un suave salpicón de marisco, al que incorporó una salsa especial de cerezas del Hornillo.
La segunda tapa consistió en unos especiales huevos de codorniz al plato, al que unió un suave mojo, con aceite de oliva de la zona, nata emulsionada y unas raspas de jamón serrano.

Como colofón presentó un postre con una base de galleta machacada con mantequilla, a semejanza -según dijo- de la roca viva de Gredos, a la que incorporó un zumo de mandarina y queso de cabra de Candeleda.