PREPARACIÓN PREVIA…
- Poner en remojo los garbanzos durante unas 12 horas. Los garbanzos tienen que quedar totalmente cubiertos por el agua. Si quieres que los garbanzos se cuezan mejor puedes añadir 1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
- Enjuagar bien los garbanzos en agua corriente. Poner en una olla con unos 2 litros de agua fría.
- Tapar la olla, ponerla a fuego fuerte hasta que el agua entre en ebullición.
A CONTINUACIÓN…
- Poner entonces el fuego al mínimo y dejar cocer durante unas tres horas. Una vez cocidos los garbanzos, dejar enfriar.
- Colar los garbanzos para separar los mismos del líquido de la cocción, conservar dicho líquido. Separar algunos garbanzos para adornar al emplatar
- Poner los garbanzos en una licuadora, agregar los dientes de ajo, 2 cucharaditas de sal y el jugo de un limón.
- Mezclar un poco y agregar la pasta de sésamo. Volver a mezclar.
- Añadir 1/2 litro del líquido resultante de la cocción de los garbanzos y seguir mezclando hasta que quede una pasta suave y cremosa.
- Servir en un plato llano, creando un movimiento circular.
- Agregamos un poco de pasta de sésamo en el centro, y adornamos con media docena de garbanzos por plato.
- Espolvoreamos el centro con un poco de pimentón
- Rociamos el conjunto con un poco de aceite de oliva virgen.
- Espolvoreamos finalmente con un poco de perejil picado.