PREPARACIÓN PREVIA…
- Mezcle la harina, la levadura, la sal y el azúcar en un tazón y remueva bien hasta que todo quede integrado.
- Mezcle 300 mililitros de agua fría y 100 de agua y añada dos cucharadas de aceite progresivamente.
- En la mezcla de ingredientes secos haga un agujero y vierta la mezcla de aceite y agua y mezcle rápidamente todo hasta conseguir una masa suave y ligeramente pegajosa.
- Espolvoree una superficie plana con harina y vierta la masa. Comience a masajear la masa lentamente y en movimientos continuos, estirando y doblando continuamente.
A CONTINUACIÓN…
- Cuando consiga que la masa esté suave vuelva a colocarla en el tazón y deje reposar durante 1 hora. Para saber que la masa está lista bastará con presionar con un dedo y ver si vuelve a su posición original, en caso contrario habrá que dejarla reposar más tiempo.
- Mientras la masa está reposando podemos añadir algún aromatizante.
- Una vez comprobado que la masa está lista debemos colocarla en una superficie enharinada y volver a amasarla hasta eliminar posibles burbujas de aire.
- Le daremos la forma que queramos y después lo colocaremos en una bandeja engrasada.
- Meteremos la bandeja en el horno a unos 220-240 grados durante unos 35 minutos hasta conseguir que el pan esté dorado y crujiente.
- Por último, podemos acompañar las rebanadas de pan con una mezcla de dos cucharadas de aceite de oliva con tomillo y esencia de vainilla o de alguna de nuestras mermeladas.