Quitar el pipo a las cerezas y batirlas bien hasta obtener una suave mermelada.
En media taza de agua templada, disolver 2 cucharaditas de café soluble y 4 cucharaditas de azúcar.
Cuando esté bien hecha la mezcla, añadir el ron.
Colocar los bizcochos sobre una bandeja y cubrir bien con la mezcla obtenida en los pasos anteriores. Los bizcochos quedarán rápidamente empapados.
A CONTINUACIÓN…
En un molde redondo para tarta ponemos en el fondo una gruesa capa de helado de vainilla presionando bien sobre todo el conjunto para que quede bien compacto.
Sobre el helado colocamos los bizcochos “borrachos” de forma que cubran toda la superficie del molde.
Con una espátula de cocina esparcimos por encima la mermelada de cereza del primer paso. Ponemos una capa gruesa, como de dos centímetros de grosor.
La capa de mermelada de cereza la cubrimos de nuevo con una capa de bizcochos.
Por último cubrimos esta última capa de bizcocho con una capa gruesa de helado.
Cubrimos el conjunto y lo conservamos en el congelador. Lo dejamos unas horas para que quede bien duro.
Sacamos nuestro pastel del congelador, y lo ponemos boca abajo en el plato en el que lo vamos a servir.
Para despegar el pastel del recipiente pasamos una esponja caliente por la parte exterior del mismo, de esta forma el pastel se despegará del molde sin perder su forma.
Decoramos el conjunto con nata o crema pastelera.
Colocamos unas cerezas encima a modo de adorno.
Sobre el centro del pastel rayamos la tableta de chocolate.
Conservar en el frigorífico hasta el mismo momento de servirlo.