Parador de Gredos

Frente a las monumentales montañas de Gredos, en pleno Valle del Tormes, y entre hermosos pinares, se sitúa el Parador de Gredos.

Un imponente edificio erigido por orden del Rey Alfonso XIII, quien después de crear el Patronato Nacional de Turismo inauguró en 1928 lo que entonces era el primer parador de la actual red de paradores nacionales de España. Entre sus regias paredes de piedra se conservan pinturas, fotografías y recuerdos de un pasado histórico que habla de personajes y momentos de gran transcendencia; como la unificación de la Falange Española en 1934, o la redacción de la Constitución en 1978.

El Parador de Gredos conserva todavía en su interior cierto aspecto añejo y señorial, mostrando en cada rincón detalles del antiguo carácter cinegético que durante siglos ha sido la gran afición de monarcas y jefes de estado. Desde su terraza, las vistas nos muestran una magnífica panorámica de la sierra, montañas repletas de vida que se pierden en el horizonte dando paso a las impresionantes cumbres del circo de Gredos. La intencionada ubicación del Parador permite la incursión a las rutas más tradicionales de Gredos, las cuales se ofrecen como una oportunidad de adentrarse en el fascinante escenario granítico y contemplar desde dentro su caprichosa vegetación, su fauna endémica, sus lagunas y charcos de aguas cristalinas, y sus espectaculares cumbres nevadas, las más altas del sistema central.

Mención aparte merece la tradicional gastronomía de Ávila, especialmente presente en el medio rural y en el restaurante del Parador de Gredos, donde es posible disfrutar de los tradicionales platos de Ávila, especialmente de las judías de El Barco de Ávila y el chuletón de ternera entre otros guisos típicos de Gredos que forman parte de la tradicional cocina de Ávila.