Las auténticas y originales Yemas de Santa Teresa tienen su origen en 1860, cuando D. Isabelo Sánchez, el fundador de la pastelería La Flor de Castilla, las creó, denominándolas así en honor a Santa Teresa de Jesús.
Posteriormente, registró esta marca. En el obrador de “La Flor de Castilla”, se siguen elaborando artesanalmente a diario las auténticas Yemas de Santa Teresa, siguiendo la tradicional receta que se ha transmitido de padres a hijos durante generaciones.
Están elaboradas únicamente con yema de huevo y azúcar, y se redondean a mano una por una en bolas de aproximadamente 2 cm de diámetro. Por esto, ninguna Yema de Santa Teresa es igual a otra. Esto es un indicador de la elaboración artesanal, en comparación con otras yemas industriales. Se fabrican cada día, no existe stock de este producto.
Las auténticas Yemas de Santa Teresa se distinguen por su envase, en cajitas de 12 unidades, en las cuales se incluye el jeroglífico original que las autentifica. Las yemas están colocadas en celdillas que la rejilla de cartón ordena y separa. La celdilla la componen manualmente las hermanas adoratrices en un convento de clausura de Ávila.
Envía tu petición desde Ávila Auténtica